En el 2012 cuando Apple y Samsung se enfrentaban en una guerra por las patentes en los tribunales, la decisión de un jurado determinó que la compañía sur-coreana tendría que pagar la suma de $1000 millones de dólares a la manzana por haber infringido sus patentes. Pasado más tiempo se realizo un repaso del caso y se descubrió que hubo un error de calculo de $400 millones de dólares, una cifra considerable sin lugar a dudas. Esta es la razón por la cual las compañías han regresado a la corte nuevamente: Samsung dice que debe pagarle menos dinero a Apple, mientras que esta última dice que debe pagarle más. Al parecer el jurado ya ha vuelto a tomar otra decisión, y como cabe esperarse Samsung vuelve a ser la perdedora ya que tendrá que pagar $290 millones de dólares adicionales por el uso no autorizado de patentes.
Apple esperaba poder hacerse al menos con unos $380 millones de dólares, mientras que Samsung estimaba que solamente tendría que pagar $52 millones como máximo. Todo indica que ninguna de las dos compañías tuvo la razón, aunque aún así la sur-coreana salió perdiendo nuevamente, entregando mas de lo que creía inicialmente.
En total, si tenemos en cuenta los hechos del primer juicio, Samsung estaría debiendo más de $600 millones de dólares a Apple.
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